Dice no sentirse periodista. Es cierto, no tiene estudios que le acrediten serlo, pero a sus 71 años lleva inmerso en el mundo de la comunicación medio siglo. Olympo Deportivo visita los estudios de la Cadena COPE en Madrid para charlar con Pepe Domingo Castaño, animador del exitoso programa ‘Tiempo de Juego’ y auténtico gurú de la radio en España.
Pregunta. ¿Qué siente cuándo le dicen que es un líder en esto, un ejemplo en la animación?
Respuesta. Siento emoción, yo soy un hombre muy sentimental y de sueños. Cuando salí de mi pueblo sabía que todo iba a ser muy duro pero que la vocación y las ganas de soñar me iban a salvar de todo lo malo que podía encontrar. Lo que tenemos que hacer los que vivimos de esto es darle gracias a la vida por dejarnos trabajar en lo que nos gusta, y yo todo lo que hago es para que la gente diga “gracias”, para que sean felices con un ratito de radio. Eso es lo más grande que le puede pasar a un profesional.
Luchamos por quitarle al fútbol toda la mala leche. Enseñamos a la gente que el fútbol no es solamente el color de un equipo, sino que es una alegría. Compartir un juego maravilloso con la radio, los anuncios o los goles, eso es ‘Tiempo de Juego”.
P. La forma de hacer menciones publicitarias en los programas es algo llamativo y una fórmula que gracias a usted se ha ido explotando. ¿Cómo se le ocurre esa forma de anunciar tan pegadiza? ¿Por qué el “Ey Navidul”, el “dame más cristalmina”, el de “Arehucaaas ron roon neandooo” y el comienzo de este año de ‘Tiempo de Juego’ con: es tiempo de juego mi amooorr, estamos en la Cope mi amoor…? Así como otros muchos son frases, ritmos y sobre todo marcas que se graban en la memoria de la gente y que las repiten sin parar junto a ustedes. ¿Dónde está la clave del éxito?
R. Ese es el truco. La publicidad era considerada como una pausa, y eso es odioso. Están dándole un valor a la publicidad como si no fuese radio. Yo siempre he reivindicado el abajo la pausa. Hay que integrarla dentro del programa, no algo que rompa el programa o se meta a cuchillo. Vender el producto y venderlo con alegría, por ejemplo, con el estribillo de una canción conocida. Me he fijado en los niños que son los que mejor retienen la música y me he dado cuenta de que, en ellos, los estribillos pegadizos se quedan y yo lo fui experimentando con los anuncios. Cuando llega el anunciante yo me planteo cómo es, si encaja una canción determinada… lo comparto con la gente que hay a mi lado. Si veo que les gusta, sigo, y si no, lo cambio a la siguiente mención. No siempre acierto, a veces me cuesta dos o tres intentos y como luego lo repetimos todo el año, a la gente se la queda.
El momento más complicado fue cambiar de SER a Cope, porque eran clientes nuevos y tuve que quebrarme la cabeza para buscar ritmos nuevos y ahí tuvimos que demostrar si éramos o no buenos y hemos demostrado que seguimos luchando para algo. Ahí empezó Estrella Galicia, Arehucas…
P. ¿Pensó alguna vez que un “Hola, hola” significaría tanto para esos fieles seguidores de Tiempo de Juego?
R. No, nunca pensé que significaría tanto para la gente, y es maravilloso. Un secreto: cuando empecé Carrusel, cada día hacía una careta distinta, pero cuando llegó Paco González dijimos que teníamos que cambiar todo, hacer una careta que la gente recuerde de memoria. El “hola, hola” es bonito, comunicativo. Pero ahora, antes de eso, la gente necesita que les cuentes algo, cualquier cosa, para dar paso al “hola, hola” después, que es lo que están esperando.
P. Nos gustaría que se remontara por un momento a sus inicios, ¿qué significó para usted el periodismo y qué ha ido significando a lo largo de los años?
R. Yo no me he sentido nunca periodista. Yo me he sentido hombre de radio, animador, yo nunca ejercí de periodista ni tengo la carrera. Cuando hice programas donde era más periodista que hombre de radio probé el periodismo y me gustó, pero lo hermoso de la radio estaba en la aventura, en el riesgo, en estar ocho horas haciendo divertido un espacio anodino. Enfrentarte a un domingo cargado de partidos es muy duro, pero lo hemos hecho y lo hemos conseguido. El periodismo creo que está muy vendido al poder, a los que mandan, y otros están vendidos a los que quieren mandar. Siempre están al servicio de alguna de las dos partes y yo ya no los creo, han perdido objetividad y cada día la pierden más, y más y más…
P. ¿Cómo es trabajar junto a Paco y Manolo?
R. Yo a Paco le tengo un gran aprecio. Sobre todo creo que es una gran persona, porque si no lo fuera, no se habrían ido con él cincuenta personas de una empresa a otra teniendo la vida resuelta en otra. Paco es el tío más humilde de los genios que yo conozco, es un genio de la radio y haría bien cualquier programa porque es un animal de radio. Una anécdota es que nos conocemos desde 1992 y nunca hemos discutido. Eso para mí es muy grande.
Lama es otro animal de la radio. Tengo menos relación porque casi siempre está fuera del estudio, pero creo que ha roto todos los esquemas de la narración de este país y se le recordará por un estilo muy personal, es un locutor que arriesga, que provoca, que da opinión. Es una narración brutal la mires por donde la mires.
P. ¿Cómo se hace para estar presentando un programa desde las tres de la tarde hasta la medianoche?
R. No hay que pensarlo. No te puedes sentar pensando que vas a estar ahí hasta las doce de la noche. Yo lo máximo que pienso son los dos próximos minutos y digo: “Vamos a hacer bien los próximos dos minutos” y cuando acaban vamos a por otros dos. Esto es como lo de Simeone, pero en vez de “partido a partido”, “minuto a minuto”, es la única manera de que no pierdas ni el ritmo ni la alegría ni la esperanza de conseguirlo. Eso es lo que nos planteamos en “Tiempo de Juego”. De cualquier detalle se puede hacer radio: sonido, ruido, equivocación, cualquier cosa que ocurra alrededor para nosotros es radio.
P. Hace unos meses tuvo un problema de corazón y las muestras de apoyo fueron masivas. Unos ánimos impresionantes, igual de impresionantes que su regreso al programa… ¿Cómo recuerda todos esos malos momentos?
R. Con el miedo de no volver a hacer radio. Cuando estás solo en la UVI, sin el apoyo de nadie, te sientes hundido. Yo llegué a pensar que no podría volver a la radio porque estaba destrozado, no tenía fuerzas para nada. En planta y ya en mi casa me empecé a encontrar mucho mejor. Me animó también mucho la gente, ya que yo creo que si no hubiera tenido ese impacto brutal de ellos y de los compañeros igual habría tirado la toalla, pero por todos ellos yo creo que debía volver, gracias a ello volví y ahora me encuentro fenómeno y espero durar el año que tengo firmado y quizá uno más, y luego ya veremos.
P. ¿Cuando usted algún día se retire, cree que habrá que inventarse una nueva forma de hacer publicidad o habrá alguien capacitado para seguir sus pasos?
R. A mí me alegraría que se inventara una nueva manera de hacer radio y de hacer publicidad. Tiene que haberla, no todo se acaba con nosotros. Lo nuestro ya se ha explotado durante muchos años, ha funcionado, pero ahora tiene que venir alguien con nuevas ideas. Hay que escuchar a gente joven y pedir proyectos a los jóvenes que están ahora en la Universidad y que les guste la publicidad. Un periodista también hace publicidad, no va solo a cubrir un partido o ruedas de prensa. Me gustaría llevar por ese camino a la gente joven y a los estudiantes de Periodismo, que se inventasen una nueva manera de hacer publicidad.
P. ¿Cómo valora que la gente y la radio hayan sabido adaptarse a la era tecnológica?
R.Nosotros, desde el principio, cuando veníamos a COPE nos dimos cuenta de que al ser el EGM como es y con el recuerdo de ‘Carrusel’, que era muy fuerte, la batalla la teníamos que ganar en las redes sociales. Desde que llegamos aquí nuestra batalla fue por ser líderes en las redes sociales, lo hemos sido y creo que lo seguimos siendo, y eso nos ha ayudado a que el EGM lo reconozca cuatro años después.